La melodía, letra y voz te hace sumergirte en un sentimiento de melancolía, se trastime la tisteza y el vacío, muchas veces la vida juega malas pasadas, y cuando todas las luces se apagan, salen a relucir nuestros más amargos momentos, ahogamos nuestras penas en lugúbres lugares, dejando atrás todos nuestros momentos de gloria con sabor a alcohol, olor a tabaco y al ritmo de jazz.
Cada vez que la escucho, recuerdo las veces que me he sentido perdida, pero a la vez me llena de satisfacción el poder poner melodía a esos sentimientos.
Espero que os guste.
Duerme la ciudad y en un local oscuro junto al mar
está tocando un músico de jazz.
Miras hacia mí y en tus ojos cansados puedo ver
que hay un nombre escrito de mujer.
De su guitarra se van notas de fuego;
los acordes de cristal, hacia la eternidad.
Viejas canciones de amor, viejos poemas.
Entre el humo y el alcohol, la noche suena a jazz.
Duerme la ciudad y una muchacha negra entra en el bar.
Parece borracha -a ver quién no lo está-.
Grita que los blancos huelen mal.
Años luz de soledad. Recuérdame cuando me vaya.
Besa el mar la arena gris y en la ciudad la noche canta.
Son cuatro días. La noche canta.
Sentado en un rincón mirando a dos gatos retozar.
Triste estampa ser rey de la creación,
duermela ciudad y toca un músico de jazz.
Es buenisima Marina! me extraña que tu la conozcas tal vez no habrias nacido cuando yo ya la escuchaba, Gracias por compartirla!
ResponderEliminarMe encanta el último de la fila, ya no se hace música con esta calidad!!
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